En esta segunda parte de la serie, comparto lo que considero un escenario ideal para integrar microfrontends desde el inicio. A diferencia de la parte anterior, aquí asumimos que ya existe una aplicación contenedora (host), un equipo técnico alineado, y acuerdos previos que permiten una integración más ordenada.
Serie: Integrando Microfrontends en Proyectos Reales
- Parte 1 - MicroFrontend: sin aplicación contenedora
- Parte 2 - MicroFrontend: el escenario ideal para una integración ordenada
- Parte 3 - MicroFrontend: integración sin host — prácticas y configuración
1. Definir el host desde el inicio
Establecer desde el comienzo cuál será la aplicación contenedora ayuda a los equipos a exponer correctamente sus módulos y a planificar la integración desde la arquitectura.
2. Tener responsables claros por módulo
Conocer desde el inicio quiénes son los responsables técnicos de cada módulo (como líderes técnicos, developers, etc.) permite una comunicación más fluida y una mejor autogestión del proyecto.
3. Alinear diseño y componentes UI globales
El equipo de diseño debe definir desde el inicio los componentes visuales comunes. Idealmente, estos deben estar en una librería compartida para asegurar consistencia entre módulos.
4. Compartir un template base de configuración
Contar con un template base (con configuración mínima de Webpack/Vite, alias, pruebas, bootstrap local, etc.) ayuda a mantener coherencia entre módulos desde el arranque.
5. Establecer contratos de integración
Cada módulo debe definir claramente qué expone y cómo se debe consumir. Esto incluye:
- Componente principal
- Props esperadas y eventos
- Nombres de exportación
- Punto de entrada y documentación básica de uso
Una convención clara facilita la integración entre equipos.
6. Identificar librerías compartidas y versiones
Definir qué librerías se compartirán (como React, Redux, etc.) y acordar versiones compatibles entre equipos. También es importante decidir si se usará siempre la versión más reciente o se respetará un rango (por ejemplo, solo actualizaciones mayores o de parches).
7. Tener un entorno de staging común
Un ambiente donde se integren todos los módulos antes de producción permite validar flujos reales y detectar errores de integración de manera anticipada.
Conclusión:
En desarrollo de software, todos quisiéramos partir de un escenario ideal. Pero la realidad muchas veces es distinta. Por eso, más allá de la planificación, lo que marca la diferencia es nuestra capacidad de adaptarnos, colaborar y construir soluciones incluso en contextos imperfectos.
¿Y tú? ¿Qué otro punto agregarías a este escenario ideal?
Gracias por leer, que tengas un día maravilloso. 🌞
👉 Continúa con la siguiente parte: MicroFrontend: integración sin host — prácticas y configuración